Restaurantes con comida a domicilio
 
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El atole es una bebida que se consume en varios países de Centroamérica, aunque su popularidad es mucho mayor en México. Se trata de una bebida dulce que originalmente se elabora con masa de maíz y agua. No obstante, actualmente se puede hacer con harina de maíz, agua o leche. 

Su consistencia es espesa, además de que se debe de servir muy caliente. En realidad, el atole se puede hacer de distintos sabores como chocolate, fresa, vainilla, nuez, guayaba, piña, zarzamora, coco y arroz con leche. Asimismo, se le puede agregar especies aromáticas como canela, anís o naranjo.

El atole se consume generalmente en las mañanas o durante la cena. Debido a sus ingredientes, principalmente el maíz, es una bebida que produce una sensación de satisfacción, como si se hubiera consumido algún tipo de alimento. De hecho, es muy común que el atole no se consuma solo. Efectivamente, esta bebida es el acompañamiento de un platillo conocidos como tamal, el cual también es muy popular en México.

Finalmente, el atole puede ser preparado muy fácilmente gracias a que es posible comprarlo en tiendas o supermercados. Para ello únicamente se le debe agregar leche o agua y, en algunas ocasiones, el sabor de nuestra elección.    

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“¡Una de bravas!” es una expresión muy escuchada y muy utilizada en cualquier bar español. Se trata de un plato típico español, tanto como la paella o el gazpacho andaluz, que se ha popularizado en otros países y que se puede pedir no sólo en bares y restaurantes, sino también en algunos de los servicios de comida a domicilio que hay en cada ciudad.

Es uno de esos platos de tapeo, que suele tomarse acompañado con vino o unas cañas. El secreto de que sea una tapa tan popular es que es muy sabrosa y muy económica, ya que sus ingredientes son de bajo coste económico, fáciles de encontrar y de cocinar.

Las patatas bravas consisten en unas patatas cortadas en dados, de formas irregulares y fritas en aceite. Son de un tamaño no muy grande, no más de dos o tres centímetros. También pueden encontrarse con cortes diferentes, como por ejemplo, rodajas muy finas.

La salsa es quien da el nombre al plato. Se denomina “brava” porque suele tener un sabor picante e intenso. Es una salsa de tomate picante, elaborada con cayena, guindilla, o salsa de tomate mezclada con alioli. En algunos bares, se sirve esta salsa picante mezclada con mayonesa, para suavizar su sabor.

Esta salsa fue patentada en 1960 en Madrid, en un restaurante llamado Casa Pellico. En este lugar se elaboraba con salsa de tomate frito y cayena. La gracia o lo interesante de este plato es que cada cocinero lo cocina a su manera, por lo que no hay dos platos de patatas bravas iguales. Cada bar o restaurante sirve las patatas bravas con un toque personal.


 
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Los aros de cebolla son un plato típico de la cocina americana, y concretamente, de la comida rápida. No se conoce su origen con exactitud, aunque un conocido restaurante americano de nombre Pig Stand, asegura que empezaron a servir este plato en los años 20.

Su consumo está muy extendido en todo el mundo, pero especialmente en Estados Unidos y Canadá. En las calles de las principales ciudades de estos países, se pueden encontrar carritos de comida rápida donde los aros de cebolla son uno sus platos más demandados. Son una guarnición de perritos calientes o hamburguesas, como pueden ser las patatas fritas.

Además de en estos carritos, se sirven también en cadenas de restauración como Foster’s Hollywood, Burger King, u otro tipo de restaurantes como el Tommy Mel’s en Madrid, el MeatPacking Bistro en Barcelona. También son uno de platos de los, cada vez más abundantes, servicios de comida a domicilio.

La forma de corte de las cebollas es la principal característica de este plato. Se cortan de manera redondeada, y es esta forma la que da nombre al plato. Cada aro de cebolla se reboza con huevo, harina y levadura, y se fríe en aceite. El resultado es muy crujiente por fuera gracias al rebozado, y tierno por dentro.

Como en el caso de las patatas fritas, la salsa con la que se acompañen los aros fritos de cebolla es muy importante. Pueden servirse con kétchup, mostaza, mayonesa, salsa picante, guacamole, salsa de tomate picante, salsa de queso, etc. También se pueden servir sin ningún tipo de salsa, solo sazonados con sal y quizás con un poco de pimienta blanca.